Vivir en una construcción sustentable tiene varias ventajas, en comparación con una edificación regular, ya que contribuye a mitigar los impactos ambientales asociados con la expansión de las ciudades. Puesto que se consideran todos los aspectos relacionados con el uso de recursos para hacerlos más eficientes y menos contaminantes. De esta manera, es posible evitar problemas por el uso ineficiente de los recursos, logrando proteger el agua, el suelo y el aire.
Esto ha llamado la atención no solo de los gobiernos para brindar mayor calidad de vida a sus habitantes, sino que también empresas, arquitectos e ingenieros han encontrado que los desarrollos de este tipo son una forma de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de darle a todas las personas lugares dignos para habitar.